Brochas fuera de Impurezas
Cuando se trata de maquillaje, tomamos nuestro tiempo para seleccionar la brocha adecuada para la aplicación de cada producto en nuestro rostro. Sin embargo, a veces olvidamos que luego de usarlas ellas quedan cubiertas de residuos de aceites, suciedad y hasta bacterias. Limpiar nuestras brochas de maquillaje debe ser parte esencial de nuestra rutina de cuidado de la piel. Este paso, muchas veces olvidado, puede ayudar a prevenir la acumulación de sedimento en nuestros poros. Hoy te presentamos cinco pasos a seguir para limpiar tus brochas de maquillaje:
En un envase pequeño mezcla un poco de agua con ‘shampoo’ de bebé, este será perfecto para eliminar las impurezas sin maltratar tu equipo.
Toma tu brocha por el mango con las cerdas hacia abajo mójalas con el agua tibia de tu lavamanos. Mucho cuidado con no mojar la unión entre las cerdas y el mango para no deteriorar el pegamento que los sujeta.
Sumerge las cerdas en el agua con ‘shampoo’ de bebé y revuelve por unos segundos. Repite los pasos dos y tres hasta que el agua del lavamanos pase por la brocha y el pigmento no sea visible.
Remueve el exceso de agua apretando con delicadeza las cerdas, mucho cuidado con presionar muy fuerte y alterar la forma de la brocha.
Sobre una toalla limpia y seca, coloca tus brochas a secar de manera que no pierdan su forma original. El tiempo de secado puede ser largo así que planifica y limpia tus brochas cuando sepas que no las vas a utilizar por aproximadamente doce horas.
No se necesita mucho para mantener tus brochas luciendo como nuevas, pero te aseguramos que los resultados te ayudarán a mantener tu rostro libre de impurezas.
